sábado, 20 de agosto de 2011

¡Hubo fiesta en el Palacio!


El partido duró un tiempo. La fiesta, tres horas.

La Generación Dorada de Argentina estuvo en el Palacio Peñarol y brilló para disfrute de los 5000 presentes.


Es cierto que era un amistoso como preparación para el Preolímpico de Mar del Plata, que arranca el 30 y que tendrá el debut de Uruguay el 31, justamente ante Argentina. Pero la diferencia entre ambos equipos y el hecho de que era la primera --y seguramente única vez-- que esta selección dorada estuviera en Montevideo hacía saber de antemano que el partido "era lo de menos".

La fiesta la puso la gente colmando el Palacio desde temprano, los argentinos, accesibles, sacándose fotos y firmando autógrafos, las glorias del básquet uruguayo haciéndose presente (nadie se lo quiso perder) y la presentación olímpica de los jugadores que permitió que cada uno, tanto de Argentina como de Uruguay, se llevara un cerrado aplauso de los presentes.


¿El partido? Uruguay, sin Batista y Calfani, arrancó con Martín Osimani, García Morales, Aguiar, Izaguirre y Newsome. En Argentina el quinteto inicial fue Prigioni, Ginóbili, Delfino, Nocioni y Scola. ¡Cuatro NBA de entrada! Sin embargo, el comienzo fue parejo, con más imprecisiones que aciertos. Ginóbili, el ídolo de la noche, sintió el peso de la hinchada: se llevó los primeros silbidos de la noche cuando quiso dar un pase y mandó la pelota a la tribuna.

Eso sí, Jauri se lo tomó bien en serio: no paró de darles indicaciones a sus jugadores. En la rotación del primer cuarto, lo mejor estuvo en el ingreso de Borselino. Del otro lado, Delfino fue el primer NBA en aparecer, el que más complicó con su juego en el primer cuarto para irse 15-10 arriba. Delfino terminó con cuatro triples en cinco intentos. Lo mismo que todo Uruguay en 16 intentos (Barrera aportó dos). En el segundo cuarto, el Enano Martínez hizo una penetración por debajo de todos y se ganó la primera gran ovación de la noche: fue el 16-20 que despertó a la tribuna al grito de "Uruguay, Uruguay". Un doble de Borselino para el 18-20 unió a todo el público en un "Soy Celeste". Y hasta ahí llegó Uruguay. Una magia de Manu de ésas que acostumbra en la NBA levantó suspiros y significó un triple (desacomodado, sobre el cierre de la posesión) para el 23-32 con el que terminó el primer tiempo.


El segundo tiempo marcó la diferencia entre ambos equipos: de entrada en el tercer cuarto, Delfino metió dos de sus triples, Manu un doble y ya la distancia era de 15 (25-40). Scola apareció en todo su nivel y dio un concierto de puntos: fue el goleador con 21. Los números crecían de un lado y se estancaron en el otro: el 3° cuarto terminó 34-64, con nueve puntos para Uruguay y 32 (lo mismo que en todo el primer tiempo) para Argentina.

El cuarto y último cuarto fue el tiempo de las rotaciones. A 7.47 del final, Julio Lamas sacó a Scola, que se llevó los mayores aplausos de la noche. A 6.58 salió Manu y otra ovación se sintió en el Palacio. El final fue 77-50. Pero poco importó. La gente fue a ver sus ídolos, esta noche luciendo la camiseta argentina.


"Uruguay no es lo mismo con o sin Batista", dijo el Luifa Scola, jugador de los Houston Rockets en la NBA, elogiando al pivote uruguayo y anticipando lo que puede cambiar de este partido a lo que será el Preolímpico. Batista, que sufrió desde el banco, ya estará a las órdenes para el lunes cuando Uruguay debute en la Copa Oscar Moglia ante Cuba. El martes va ante Venezuela y el miércoles cierra con Argentina B (equipo que irá a los Juegos Panamericanos).

Fue una fiesta. Y Uruguay olímpico estuvo ahí. Un lujo para todos.

Fotos: Uruguay olímpico

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